Hay días en que una piensa que tiene que ser verdad, que la idea se vanaliza solo por el hecho de no hacerla real pero si tuvieramos la oportunidad, hariamos las cosas muy diferentes. Perdónenme si generalizo, bien nos han hecho creer que se hace mal en ello, pero sería injusto que no lo hiciera en este caso, porque aquí pienso hablar de las mujeres.

Da igual que sean madres, hermanas, parejas, compañeras… todas las mujeres del mundo amamos, y lo hacemos con todas las letras, de manera incondicional, porque solo nosotras sabemos lo que es traer vida a este mundo… un mundo de hombres, un mundo enfermo, un mundo patriarcal. Muchos dicen que el mundo hubiera sido diferente que no habría guerras, pero lo que me a mi me queda clarísimo y perdónenme de nuevo si alguien se siente ofendido, es que se quedan cortos. No habría guerras pero tampoco violaciones ni sobre nosotras ni a menores, ni trata de personas, ni violencia, ni vejaciones, ni acoso laboral, ni otras tantas cosas que salen hoy en las noticias, donde solo inculpan a hombres de la iglesia, soldados, directores de cine, reyes, hombres que dicen hacer el bien a través de ONG´s, jóvenes de juerga, en las escuelas, políticos, uniformes, estatus social, poder … superioridad.

Vivimos en un mundo donde las mujeres, a la sombra de nuestro propio cuerpo, cargamos el peso de los errores de la humanidad. Degradadas, humilladas, infravaloradas, pasadas a un cuarto o quinto plano donde nuestra opinión vale menos que nuestro sexo, donde nuestra vida vale menos que el dinero, donde nos han hecho creer que la sangre de nuestro vientre es suciedad, que no sabemos parir, que la individualidad nos hará más fuerte que la unión entre nosotras, que por siempre jamás tenemos que estar guapísimas, femeninas y perfectas… vivimos en ese mundo y aún así seguimos AMANDO.

Y es que ese amor es atención, dedicación, cuidado, lucha, es dar cada minuto de tu día, cada suspiro de tu aliento, cada latido de tu corazón, es dar cada pensamiento. Y siempre, o casi siempre, a cambio de nada, solo porque está en nosotras, porque buscamos de forma insconciente el bienestar de nuestra comunidad, de nuestros descendientes, de nuestro entorno… pensamos en el futuro amando el presente.

Así que después de esta reflexión, permítanme generalizar y decir que en todos los lugares del mundo hay mujeres que aman, mujeres que luchan por un mundo donde las mujeres sean compañeras sin dueño, compañeras siempre, compañeras.

¡¡El 8 de Marzo tod@s en las calles exigiendo igualdad!!

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