Tras muchas visitas de escolares, de profas y profes, de conductores colegas,  de amistades que ya duran años… nos adentramos en el verano haciendo balance de todo lo vivido. Después de pensar y repensar qué poner, qué contaros, cómo plasmar la magia que envuelve cada experiencia, difícil se nos ha hecho la tarea que a continuación os detallamos:

«Comienza la temporada… Llamadas, contactos, emails, reservas, presupuestos, citas, cronogramas, fechas y un largo etc. empiezan a inundar nuestras vidas; una enorme carga de trabajo, necesaria pero pesada, se instala durante meses en nuestro día a día. Y aunque a veces parezca no tener fin, de repente ¡¡¡llega la primavera!!!.

Con ella las voces de jóvenes y no tan jóvenes trotando en los asientos mientras cabalgamos a lomos de un todoterreno por las dunas de Doñana; los gritos y la locura durante los juegos en las playas de Cádiz o en las dehesas de Cáceres; las preguntas imposibles de l@s más curios@s; los comentarios graciosos de l@s más atrevid@s; las reflexiones taciturnas de los más pensativ@s…

¿Cádiz? Sí, este año hemos viajado más al sur, dando a conocer la diversa e increíble provincia gaditana, ésa que tiene la mayor superficie de suelo protegido de nuestro país y que sigue de cerca a Doñana en nuestros corazones. La aventura comenzó con un viaje en el tiempo, para hacernos comprender y sentir la historia de los pueblos que antes habitaron estas tierras; y avanzó como un paseo por los lugares y ecosistemas más emblemáticos.

Recordamos los despertares al amanecer con caras de soñolient@s tras una noche de charla o jarana con l@s amig@s; los paseos nocturnos acompañados de los sonidos de la noche y las miles de luces del firmamento; el entusiasmo de lo vivido en cada experiencia. No se nos olvidarán las caras de sorpresa al descubrir los rastros y huellas de todos los seres que habitan y habitaron nuestros entornos; al ver aves y animales tan cerquita…

A veces, -tenemos que confesaros-, nos preguntamos si la labor que realizamos con escolares llega a buen puerto, si sirve de algo enfocar la mayor parte de nuestra energía en acompañar y guiar a jóvenes, mostrándoles la magia que alberga la naturaleza, en un corto proceso en el tiempo… pero a pesar de cuestionarnos, y probablemente lo sigamos haciendo, nuestro balance de año desde luego da como respuesta rotunda un ¡¡¡SÍ!!!

Las relaciones con ell@s, el vínculo que a veces se crea… no es algo pasajero, no es fácil de olvidar, es una aventura de las que sin contaminar dejan una gran huella”.

Y así con el alma llena, las energías renovadas, seguros en nuestro camino… después de un cierre de temporada tan mágico que aun nos cuesta poner los pies en la tierra (más detalles en próximo post) , afianzamos este último episodio de nuestras vidas, muy felices y muy contentos.

Gracias a l@s zagal@s, a los conductores, a l@s profesor@s, a los centros educativos que siguen creyendo en nosotr@s. Gracias a tod@s por hacerlo posible.

TO BE CONTINUED...

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