El Parque Nacional de Talassemtane es un olvidado rincón de las Montañas del Rif al Noroeste de Marruecos. Una región serrana que forma parte de la dorsal calcárea del Rif africano, que surgió paralela a la cordillera subbética durante la orogenia alpina (hace unos 65 millones de años) y que alcanza los 2159m de altitud. El Parque forma parte de la provincia de Chaoen y de la región de Tetuan-Tánger, que se encuentra en la zona Norte de Marruecos junto al Estrecho de Gibraltar. Se trata de una zona eminentemente rural y totalmente abandonada hasta nuestros días por los diferentes monarcas, y aunque ahora mismo se encuentra en constante desarrollo sigue manteniendo gran parte de la herencia y tradición Yebala, nombre que reciben los pueblos que la habitan.
En este aislado rincón de Marruecos las grandes montañas suceden a vertiginosos barrancos que han horadado los ríos sobre la roca caliza durante millones de años. Esto junto a la rudimentaria red de pistas de arena y carreteras, así como las elevadas pendientes de sus laderas hacen de su naturaleza algo casi inalcanzable. Por ello, este espacio se encuentra muy bien conservado en diversos puntos del Parque. Con una riquísima biodiversidad de flora y fauna. Así, podemos encontrar numerosas especies que comparten con el Suroeste Ibérico pero también muchas especies y subespecies autóctonas o africanas, que han encontrado aquí un hábitat inmejorable gracias a su diversidad de ecosistemas y condiciones microclimáticas.
En el plano cultural nos parece un lugar especial, pues de aquí partió el pueblo que vivió en nuestras tierras durante 700 años y aquí se aposentaron la mayoria de los exiliados de Al-Andalus, que mantuvieron gran parte de su estilo de vida hasta nuestros días. Por ello, viajar al Norte marroquí es como un viaje al pasado, a una cultura que mantiene un estilo de vida casi desaparecido en la Europa Occidental. Un viaje que nos invita a recordar, pero también a reflexionar sobre la vida, sobre las necesidades reales y la felicidad… En las montañas, ruralidad a flor de piel es lo que nos espera en la Tierra de Yebalas, cultura de parte del Rif marroquí. Las vidas cotidianas de los rifeños nos acompañarán todo el Parque Nacional de Talassemtane. La niñez nos recuerda otros tiempos, otras libertades… valores inmateriales que se pierden en la memoria. Un sinfín de usos y costumbres rurales que nos enseña otro camino, otras respuestas. Junto al Parque se encuentra una pequeña joya urbana que fundaron nuestros antepasados al salir de Gharnata: Chaoen. La alcazaba, los lavaderos, la muralla de la medina, la madera pintada, los arcos, los azulejos andalusíes… Calles empinadas, escaleras imposibles, rincones inolvidables… mil y un recorridos de color añil con olores increíbles y sabores para la memoria que nos harán disfrutar intensamente de la cultura rifeña.
Algunas fotografías cedidas por Luis Montero de Espinosa.
Video grabado y editado por Marta Mancusi, durante el viaje de Semana Santa de 2019. Muchas gracias por la belleza y la paciencia y a tod@s l@s viajer@s por la colaboración.