“Si nuestra vida fuera un mapa, sin duda Doñana aparecería marcado con una X de color rojo. Sería como uno de esos lugares en los que los piratas esconden sus tesoros más preciados durante años, con el fin de volver a recuperarlos habiendo vivido antes mil aventuras por el camino”.
Siempre hemos creído que nuestro trabajo, como el de cualquier agricultor/a, es sembrar una semilla bien adentro, en el interior de las personitas que nos visitan cada año. Un pequeño brote de vida que florecerá con el tiempo y dará frutos preciosos, recuperando la sensación perdida de pertenecer a la naturaleza. Ahora que estamos tan cerca de cumplir 10 años sembrando, estamos más convencidos que nunca.
A ciencia cierta sabemos que no sucede en todos los casos, pues la capacidad de llegar a todxs por igual es empirícamente imposible.
Aún así trabajamos con la ilusión de que en algún momento, estén donde estén, sean las que sean, esas semillas brotan, haciéndoles ver con otros ojos la luz del sol. Nunca pensamos que el reencuentro, el tenerlas cercas, el verlas madurar sería posible…
Pero nunca se dice nunca jamás, porque es inmesa la magia que hay en ellas…
Ya han pasado 9 años desde que unas pequeñajas con aire de piratas escondieron sus más preciados tesoros bajo las arenas de nuestro paraíso frente al mar. Miles de aventuras se han vivido en el camino, cientos de mapas recorridos, decenas de lugares marcados con una X… pero si la magia nos devolviera a algún lugar, a un determinado momento, sin duda sería éste.
(Hace ya 4 años, 5 de esas niñas volvieron a Doñana para revivir con nosotr@s lo que experimentaron cuando eran más pequeñas, querían cerrar el ciclo del instituto tal y como lo habían empezado, para enfrentarse a una nueva etapa con toda la energía de nuestro paraíso frente al mar. De esta forma, nos demostraron, como tant@s otr@s a lo largo de estos años, que lo que hacemos merece la pena y transforma a much@s de ell@s)
Mil gracias kodamitas por seguir ahí, por seguir sorprendiéndonos, por enserñarnos tanto… por este peazo de recuerdo ¡Gracias Carmencita!. De jóvenes, sin duda, queremos ser como vosotras.
Gracias Sofía, Irene, Rosa, Clara y Julia 
Os queremos mucho.
